Ocho años...
"Sé la nube sola en mi pradera. Seré tu querido verde y serás sombra en mi mitad. Y si ves que mi verde se quema, Llueve tu llorosa pena, Y el verde nuevo se hará". (Canción del Pinar. Silvina Garré) Esta postal comenzó hace más de ocho años, allá cuando nos conocimos. Pero la imagen va cambiando, como cambiamos nosotros mismos. En ocho años de matrimonio uno cambia, cambia el otro y cambiamos juntos. Cambia la forma de amarse, de comprenderse, y también de dejar de comprenderse. Allá lejos, hace ocho años, esta metáfora de la canción del Pinar, donde dos seres distintos se unen, me movilizaba la imagen del amor por mi flamante esposo. Hoy también. Gracias a Dios, quiero decir, por Su gracia, no cambió el amor. Ahí esta, firme, como todo lo que goza de las cualidades de la eternidad. Creo que ahí está, con fortaleza, porque confiamos estas vidas a Dios. Y cuando nosotros nos gastamos, nos cansamos, nos asfixiamos o nos desganamos (todas esas nos han pasado), ...