Mi Buenos Aires querido....
Esta postal se gestó en mi Buenos Aires natal, cuando estuvimos de visita hace ya más de un mes. Pero "de vez en cuando la vida te invita a tomar café", o unos buenos mates, y te da muchas experiencias en poco tiempo. Y en esas situaciones, conviene tener un corazón y una mente rumiantes para poder sacarle el juguito a cada cosa. Y algunas de esas experiencias sólo dan luz después de que tus ojos se adapten, como cuando pasás desde un cuarto perfectamente oscuro y te ves encandilado de golpe. ¿Qué sentí en mi Buenos Aires querido? Sentí que en el corazón de muchos amigos y mi familia y en el nuestro la comunión sigue estando. ¡Pucha, que era como haberse visto ayer nomás! Y al mismo tiempo, sin embargo, sentí algo que fue certeza en el momento del regreso, o desde un poco antes. Ya no era el sentimiento de desgarrarse de cuando nos mudamos. Era un contradictorio pero cierto sentimiento de "me voy de casa para volver a casa". Y este nuevo sentimiento me permite ...